Cambio de planes

Lilicitus
3 min readMay 3, 2019

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Muchas veces la vida nos pone al frente de situaciones que no esperamos y a las cuales tenemos que hacer frente. Fue mi caso hace 18 años, cuando falleció mi papá. Algo que por supuesto no esperaba, y que me puso en la disyuntiva de qué hacer. Recién había terminado el colegio, y estaba en proceso de elección de carrera. Mis hermanos todavía no terminaban el colegio y comenzaba una catarata de responsabilidades no que darían espera. Había que hacer el duelo, pero también sacar fuerzas para salir adelante. Me sentía triste y abrumada, pero trataba de ponerle la mejor actitud. Y sabía que tenía que sacar fuerza para continuar -no tenía muchas opciones-, porque era la segunda al mando como hermana mayor y quería estar a la altura de las circunstancias. En este proceso me ayudó mucho la oración, fue sumamente reconfortante y reanimó mis fuerzas. También me animaba el pensar que mi papá se sentiría orgulloso de mí desde donde estuviera.

Uno en su proyecto de vida, siempre visualiza que sus padres lo acompañarán a lo largo de su vida, por muchos años. Yo visualizaba e imaginaba en particular a mi papá viéndome graduar de la universidad, en cómo sería en su faceta de abuelo, 2 de los tantos momentos hito de la vida de un hijo. Sin embargo, partió muy joven y esa realidad hizo que yo perdiera por un momento la claridad de hacía dónde quería ir. Es una realidad inmodificable y que te hace aterrizar en seco a la realidad de sobrevivir al duelo. Un padre es símbolo y sinónimo de amor, apoyo, respaldo, tranquilidad. Y ahora no lo iba a tener, por lo menos físicamente hablando. Me correspondía el turno de sacar fortaleza, impetú, creatividad, para ayudar en mi casa y salir adelante con mi mamá y mis hermanos. Si bien económicamente nunca nos faltó, hubo momentos difíciles y más siendo 3 hijos en la universidad. Mi mamá fue una grandiosa guerrera, en toda la extensión de la palabra. No se dio por vencida y salió a luchar por nosotros sus hijos con una enorme determinación.

Así como a mí me pasó con la muerte de mi papá siendo todavía muy joven, así nos seguirá pasando a todos a lo largo de nuestra vida: Cambios de trabajo y de lugar de residencia, enfermedades, proyectos en los que ponemos todo nuestro trabajo y expectativa y fracasan, pérdidas de dinero, desamores, deslealtades... Sin embargo, hay que seguir adelante. Hay que continuar, aunque a veces no se sepamos cómo. Es la constante de la vida: El cambio. Y muchas veces el cambio es inesperado. A través de la vida, los cambios de planes van afianzando en nosotros la madurez, nos ayudan a trabajar el desapego, a reinventarnos. Eso no significa que sea fácil, pero la vida nos pone frente a éstas situaciones para crecer y conocernos en otras facetas, es un inminente “3, 2, 1: Acción!”.

Así que si estás frente a algún cambio inesperado, no te desanimes. Tienes todo lo necesario para hacerle frente. Haz lo que tengas que hacer. Decir adiós a alguna persona, proyecto, ciudad, etc., no es fácil, pero al final habrá recompensa: Te conocerás más, explorarás caminos que no te hubieras imaginado recorrer, verás que si bien duele decir adiós, vale la pena cuando algo maravilloso y nuevo llega a nuestra vida para renovarlo todo. Los cambios trabajan en nuestro apego a las cosas, a lo que nos da “estabilidad”, porque confrontan nuestro statu quo y nuestra comodidad. Hay variables que no están bajo nuestro control como la enfermedad, la vejez y la muerte -hablándolo desde una perspectiva budista-, pero sí el cómo vivimos la vida que elegimos, o la que nos toca vivir. Mucho ánimo en los cambios y retos que tengas y que estén por venir!

Muchas gracias por leer este post! Si te gustó o sientes que te sirvió para reflexionar, déjame un clap👏🏼 Y te invito a que me sigas por aquí o por Instagram en @lilicitus_blog, para que te enteres de las próximas publicaciones. Hasta la próxima!

Bendiciones para ti!

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Written by Lilicitus

Me apasiona escribir sobre valores humanos y espiritualidad. A través de reflexiones y anécdotas, busco inspirar, aportar perspectivas y conectar con el corazón

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