El amor más importante: El propio. El aceptarnos y honrarnos tal cual y como somos es la base de todo. Sabiendo aprovechar nuestros talentos y fortalezas, sabremos disfrutar la vida con mucha más plenitud. Asumiendo también con humildad y proactividad nuestras debilidades. El amor propio nos hace reconocernos capaces y merecedores, dotados de la fuerza necesaria para materializar nuestros sueños. Nos hace conscientes de la importancia de consentirnos y mimarnos, de dedicarnos tiempo. Es ese combustible inagotable que nos lleva a ser mejores. Amándonos, tenemos claro nuestro sistema de valores, nuestros límites y nuestros “no negociables”. El amor propio nos ayuda a reconfigurar nuestras carencias y temores; nos da visión, nos revela un camino amplio e infinitas posibilidades.
El amor nos empodera ¿Quién al sentirse amado no se siente que conquista el mundo? Al sentirnos amados nos invade la alegría, la esperanza, las ganas de vivir. Es una fuerza interna poderosa y movilizante, literalmente arrasadora. El amor nos llena de determinación, de confianza y nos lleva a brillar, a lograr nuestra mejor versión. Más allá de las dificultades normales de la vida, el amor nos hace ver lo lindo en cada circunstancia y nos lleva a ser agradecidos. ¿Quién puede tener la certeza de lo que sigue? Absolutamente nadie. Sin embargo, el amor nos abre nuevos caminos, aunque se hayan derrumbado los anteriores. El amor nos llena de confianza, nos hace desbordar de coraje y entereza, nos hace tener una fé inquebrantable.
El amor sana. El amor es sin duda la mejor medicina. Nos reconcilia con la vida y nos llena de motivos para seguir adelante. Nos restaura constantemente y nos lleva al siguiente nivel espiritual. El amor es nuestro más grande maestro: Nos enseña a dar, a perdonar, a agradecer. El amor nos aleja del egoísmo, nos hace generosos y nos hace ver la abundancia en cada gran y pequeño detalle del día a día. El amor es luz y calidez, compasión e intuición. Ser amorosos nos expande, nos ayuda a crecer y a comprender que todos estamos unidos. Que somos parte de un todo. El amor es valiente y guerrero, osado e intrépido. Es solidario y respetuoso de la libertad. No emite juicios. Valora la diferencia y se enriquece de ella. Mantiene nuestra mente fresca, nuestro corazón renovado y nuestro espíritu fortalecido. Si vibramos con un amor genuino y sano, eso mismo atraeremos a nuestra vida.
Con amor, todo sabe mejor. El amor nos lleva a deleitarnos constantemente. Hace que desaparezca la amargura y el mal humor. El amor es extrovertido y expansivo. Cuando experimentamos amor en nuestro corazón, lo contagiamos a los demás. El amor hace que nuestros días sean más alegres, porque disfrutamos y gozamos de cada momento. El amor no carga con culpas ni resentimientos del pasado. El amor avanza y trasciende, inspira e impacta positivamente. El amor nos regocija y le da ese toque mágico a nuestros días. Es fuerza e impulso, motivos e ímpetu luchador. El amor hace que todo fluya, porque siempre sabe encontrar caminos (y también recovecos, jeje). Es paciente, leal y transformador. ¡Que tus días estén llenos de amor!
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