Creencias limitantes 💬

Lilicitus
3 min readSep 11, 2022

Lo que nos decimos importa. El diálogo que tenemos con nosotros mismos alimenta nuestras creencias, determina nuestros pensamientos y define nuestro actuar. Si en esa conversación interna nos estamos diciendo por ejemplo que no podemos, que es difícil, que para qué lo intentamos, eso es lo que vamos terminar manifestando. Con la energía de nuestros pensamientos determinamos que fluyan las cosas o que se bloqueen. Que nuestros pensamientos nos empoderen, alimenten nuestra confianza y nos programen para conquistar grandes objetivos. Nuestros pensamientos le dan la carta de navegación a nuestro ser y lo llevan a materializar lo que se proponga. Si nos decimos sí podemos, todo va a salir bien, voy a conocer personas maravillosas, ese proyecto lo voy a desarrollar, esas afirmaciones van a generar alegría, confianza y fluidez para que todo se de. Dejemos de susurrarnos: “De eso bueno no dan tanto”, y pasemos a creer “a todo eso bueno y más, voy a acceder”.

Muchas veces somos nuestra mayor traba. Nuestras creencias limitantes nos frenan y nos imposibilitan materializar lo bueno que está ahí para nosotros. Muchas veces decimos querer las cosas, pero nuestras creencias de merecimiento no están alineadas con ello. No consideramos ser lo suficientemente buenos como para merecer cosas buenas. Me explico: Puede que las deseemos, pero en nuestro subconsciente tenemos codificado que es difícil que sucedan. Y es esa duda amañada la que nos sabotea acceder a todo lo maravilloso que está disponible. Tenemos que cambiar nuestro casete. Si queremos que nos sucedan buenas cosas, tenemos que aprender a pensar diferente. Entrenarnos para pensar que sí podemos y que tenemos todo lo necesario para lograr lo que queramos y acompañar siempre nuestros pasos de absoluta convicción.

Es posible pensar diferente. Por más arraigada que tengamos una creencia limitante, es posible cambiarla. Las creencias que nos han acompañado siempre, nos hacen vivir en piloto automático y actuar por inercia. Puede que nuestras creencias limitantes sean por patrones familiares heredados, por la religión que profesamos, por la educación que recibimos que hace hincapié en la culpa, etc. Lo importante más allá de nuestra historia, es que es esta forma de pensar es reversible. Tenemos la libertad para decidir pensar diferente, sin importar el qué dirán. Somos arquitectos de lo que queremos. Es un acto de amor y de enorme responsabilidad con nosotros mismos aprender a vivir de una forma más fluida. Por más que llevemos años pensando de forma limitada, podemos aprender a pensar diferente ahora. ¿Cómo hacerlo? Re-educándonos y generando estrategias personales para no reincidir en la queja, el lamento y la falta de confianza, para recordarnos que sí podemos, que sí es posible y que hay que seguir echándole ganas como dicen en México para lograr acceder a la abundancia que la vida generosamente nos ofrece.

Muchas gracias por leer este post! Si te gustó o sientes que te sirvió para reflexionar, déjame un clap👏🏼 Y te invito a que me sigas por aquí o por Instagram en @lilicitus_blog, para que te enteres de las próximas publicaciones. Hasta la próxima!

--

--

Lilicitus

Me apasiona escribir sobre valores humanos, espiritualidad y actitudes positivas. Reflexiono, comparto anécdotas personales e intento aportar algo. Es mi legado