Aceptar que somos imperfectos, pero que eso no justifique nuestra falta de crecimiento. Cuando a uno le hierve la sangre, cuando se siente ofendido, no es necesariamente el derroche de carisma que desearía ser. Ser sinceros con nosotros mismos para entrar a ver dónde están nuestras fallas y corregirlas. Proponernos de corazón ser mejores, con todo lo que ello implica. Habrá días buenos y malos, días en los que todo tendrá sentido y días en los que no sabremos para dónde vamos. Todos recorremos por distintos senderos el mismo camino. Y nuestras decisiones nos van haciendo sobre la marcha. Es muy importante saber en qué momento dar el brazo a torcer, ceder, y en qué momentos no. No ser tan intransigentes, ser flexibles y abiertos, dejar fluir las cosas y entender que todo tiene su tiempo y sus modos. No darnos por producto terminado, porque nunca está dicha la última palabra.
Tengo todo lo que necesito. Es una afirmación súper poderosa, porque habla desde la abundancia y no desde la escasez. La mayoría de nosotros nos hemos dado cuenta durante este tiempo de cuarentena, que podemos vivir con mucho menos de lo que creíamos necesario. Eso nos ha hecho llevar un estilo de vida más simple y aliviar nuestra carga. Tenemos una capacidad de disfrute mayor, ahora con lo sencillo nos basta y nos sobra. Por estos días también le sacamos más provecho a nuestros recursos, hemos desplegado nuestra creatividad a todo lo que da y comprobado en la práctica que nos podemos adaptar a lo que venga. No es conformarnos, sino apreciar lo que tenemos y proyectarnos hacia lo que nos gustaría conseguir. Es bueno que tengamos un cierto nivel de insatisfacción, para querer ser mejores y seguir aprendiendo y explorando nuevos caminos.
No es vivir a carcajadas, pero sí tener la capacidad de ponerle la mejor cara a las situaciones. Algunas veces puede que nos sintamos contra la pared y queramos que todo se vaya al carajo, como se dice coloquialmente. Necesitamos un respiro, se nos agota la paciencia y queremos literalmente desaparecernos. Y en esos momentos, encontramos un instante de silencio en el que nuestra voz interna nos habla y nos motiva a conciliarnos con nosotros mismos y con los demás. A reflexionar que no era para tanto y que vale la pena seguir luchando, que el amor es la respuesta cuando asalta la confusión. El amor nos lleva a encontrar un significado mucho más profundo en lo aparentemente sencillo. Cosas tan humanas y cotidianas como discutir, desanimarnos, sentirnos sin norte, nos suceden a todos. La gran diferencia la hace nuestra actitud amorosa y dispuesta, y especialmente la humildad para reconocer cuando nos equivocamos y la grandeza para pasar por alto una ofensa. Una actitud asertiva hace la diferencia entre la calma y la tormenta.
¿Cómo estaría tomando mi mejor versión esta cuarentena? ¿Sería más tolerante y paciente, o tal vez estaría aprovechando este tiempo para aprender algo nuevo?, ¿sería más tranquilo y menos explosivo?, ¿estaría haciendo más ejercicio y cuidándose más en alimentación? Muchas preguntas que apuntan a proyectar qué versión nuestra nos gustaría estar siendo por estos días. Por ejemplo, tener la madurez emocional para aprender a dejar lo insignificante, en favor de lo esencial. Dícese de la “minucia”, como decía mi papá en vida. Porque a veces nos amargamos y nos dejamos quitar la alegría y la tranquilidad, por cosas irrelevantes, que no valen la pena. Que este tiempo nos encuentre más receptivos al crecimiento, a traducir en acciones concretas aquello en lo que nos queremos convertir. Que tengamos la información necesaria para poder apreciar lo que nos sucede, porque a veces no valoramos las experiencias que llegan a nuestra vida por ignorancia. Aceptemos también que a veces se nos acaba la pila y que necesitamos recargarnos. Busquemos aquello que nos haga bien, algo como el amor. La verdad es el botox del amor, así que hablémonos y hablemos al mundo siempre con verdad.
“El tardo a la ira es rico en inteligencia, el que cede al arrebato hace muchas locuras” (Proverbios 14:29)
Muchas gracias por leer este post! Si te gustó o sientes que te sirvió para reflexionar, déjame un clap👏🏼 Y te invito a que me sigas por aquí o por Instagram en @lilicitus_blog, para que te enteres de las próximas publicaciones. Hasta la próxima!
Bendiciones para ti!