La fuerza interior. La fuerza interior es esa fuerza invisible a los ojos, pero capaz de mantenernos en pie en los momentos más complejos de la vida. Cuando el agobio físico, mental y emocional nos desborda, entra en acción nuestra fuerza interior para ayudarnos a sobreponernos. Cuando decidimos salir adelante, la fuerza interior entra en acción: Nos recarga de esperanza, nos da claridad mental, nos empuja a continuar. Es una combinación de dominio mental, de gestión emocional y de tenacidad espiritual. Es esa reserva de fortaleza que muchas veces desconocemos que tenemos para sortear momentos difíciles. Cada uno de nosotros posee esa fuerza y depende de cada uno lograr desplegarla, y superar el reto que nos presente la vida.
Somos guerreros por naturaleza. Cada circunstancia de la vida nos mide y nos confronta. Nos lleva a conocer nuestra capacidad para vencer cada obstáculo. La vida está llena de cambios e imprevistos, más allá de los planes que la mayoría hagamos. Y en el manejo de esos imprevistos entra nuestra capacidad de adaptarnos, nuestra capacidad resolutiva y especialmente nuestra capacidad para mantenernos pacientes, entusiastas y perseverantes. Cada uno de nosotros tiene la capacidad de hacer gala de su fuerza interior. En la vida, nos corresponde el turno en cualquier momento. Tengamos la certeza que siempre vamos a ser capaces de superar lo que venga.
Cuando todo se junta. Cuando nos pasa de todo y al tiempo, llegamos a dudar de nuestra fuerza para soportarlo. Sentimos que se hace largo y difícil, y que no podremos mantener la fuerza y el buen ánimo para atravesarlo. Sin embargo, como seres humanos tenemos una capacidad única y maravillosa para sobreponernos. Aunque las fuerzas flaqueen, terminamos por lograr salir del otro lado. Y aquí juega un papel muy importante nuestra fé y nuestro poder de visualización, el tener la capacidad de vernos y sentirnos con la prueba ya superada. Visualizándonos ya habiendo conquistado ese trabajo, esa estabilidad económica, habiendo logrado la recuperación de esa enfermedad, haciendo ese viaje anhelado, etc. Mantengamos siempre presente que podemos superar cualquier prueba o conquistar la realización de nuestros sueños, aunque sea difícil, se haga prolongado y parezca lejano: ¡Siempre podremos!
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