La mejor medicina (Parte 2) ❤️‍🩹

Lilicitus
3 min readOct 2, 2022

La mejor medicina es orar. Orar nos alivia el alma y nos alimenta el espíritu. Las dificultades suelen arrebatarnos lo más valioso que tenemos, que es nuestra paz interior. La oración nos reconforta, nos anima y nos devuelve el gusto por la vida, dándonos nuevas fuerzas. Algunas veces las batallas que libramos hacen titubear nuestra fé, poniéndola literalmente a prueba. La confianza en tiempos difíciles flaquea y nuestra esperanza con ella. La mejor medicina es esos momentos de tristeza, preocupación o aflicción, es acudir a la oración. La oración es una audiencia privada con Dios, una conversación íntima desde lo más profundo de nuestro corazón. La oración nos descarga, nos da alivio y consuelo. A través de ella Dios nos ilumina posibles caminos y soluciones a nuestros problemas y preocupaciones. No dudemos nunca de su gran poder. Y lo más lindo, es que no hay restricción de fecha, horario ni lugar para hacerlo, estemos donde estemos y en las condiciones que estemos siempre podemos orar.

La mejor medicina es perdonar. Perdonar nos quita una tonelada de peso de encima. Es la mejor medicina contra la amargura y la tristeza que lastramos. Perdonar nos libera de la taquicardia por estar rumiando lo que ya pasó y nos hirió. Si decidimos perdonar, le decimos adiós a la opresión en el pecho, al mal humor e irritailidad. Quien se anima a perdonar, GANA VIDA. El resentimiento solo nos hunde más, dejando esa sensación incómoda de rabia y frustración. El perdón nos permite vivir nuestros días más livianos, porque nos sana y nos reconcilia con la vida. El perdón es sin duda el mejor yoga para el alma que podemos practicar. Claro que cuesta perdonar, pero al final los más beneficiados somos nosotros. Tengamos en claro que perdonar no es agachar la cabeza, es decidir volverla a levantar con dignidad. El perdón nos renueva, refresca e inspira a continuar.

La mejor medicina es la risa. Aunque a veces nuestra vida parezca una tragicomedia, nada mejor que reír. Está científicamente probado que la risa nos da vida: Nos distensiona, nos relaja, nos divierte. Eleva nuestras defensas, aumenta la segregación de endorfinas. Nos hace sentir alegres, descontracturados y espontáneos. La mejor medicina es reír en medio de cualquier situación. La risa tiene un enorme poder terapéutico y lo mejor de todo es gratis, y absolutamente nadie nos la puede condicionar. Ejercita nuestros músculos y nuestro corazón. Quien busca sonreír, hacer un apunte gracioso y pasarla contento, aumenta su bienestar y contribuye enormemente al de los demás. Recordemos que al final la vida es un juego, y muchas veces no lo gana el más acartonado e inteligente, sino el que tiene la capacidad de reír en cualquier momento.

La mejor medicina es disfrutar. Bailar. Hacer ejercicio. Viajar. Comer rico. Todo aquello que nos haga bien, es medicina para el alma. La mejor consigna es disfrutar la vida en cualquier condición: Llueva o haga sol, tengamos dinero o no, estemos acompañados o solos. Cada uno encuentra disfrute en distintas actividades. Si ya sabemos que nos hace bien, hagámoslo, no lo pospongamos. Yo recientemente retomé andar en bicicleta y ha sido maravilloso. Me desconecto por un rato, voy viendo el paisaje mientras recorro. No era algo que antes me generara un “gran disfrute”, pero ahora que le saqué el tiempo se lo encuentro. Definitivamente para disfrutar, es cuestión de querer hacerlo. Disfrutar a pesar de, no es resignarnos. Es adueñarnos de nuestro ahora y decidir conscientemente pasarla bien. Así que disfrutemos, que la vida es un ratico.

Muchas gracias por leer este post! Si te gustó o sientes que te sirvió para reflexionar, déjame un clap👏🏼 Y te invito a que me sigas por aquí o por Instagram en @lilicitus_blog, para que te enteres de las próximas publicaciones. Hasta la próxima!

--

--

Lilicitus

Me apasiona escribir sobre valores humanos, espiritualidad y actitudes positivas. Reflexiono, comparto anécdotas personales e intento aportar algo. Es mi legado