Una mamá es un ángel que Dios nos ha regalado. Es un ser amoroso, siempre dispuesto e infinitamente generoso. Una mamá es una mujer todoterreno, multitarea e incansable. Es una amiga incondicional, una gran consejera y compañera de vida. Una mamá es fiel en los altibajos y la identifica su complicidad con nuestros deseos. Está siempre dispuesta para escucharnos, brindarnos su apoyo incondicional y mostrarnos cómo ve las cosas desde su sabiduría. Desea siempre genuinamente lo mejor para nosotros. Es sumamente entregada, esmerada y abnegada, su tenacidad no conoce límites. Una mamá es creativa, recursiva e ingeniosa. Está siempre conectada con nosotros de forma sobrenatural y su oración por nuestras necesidades es súper poderosa. Es paciente y respetuosa de nuestros espacios, pero tiene la palabra justa para hacernos caer en cuenta de nuestras fallas.
Una mamá sabe cuándo estamos bien y cuando no lo estamos, sin decírselo. Está siempre dispuesta a todo por nuestro bienestar y felicidad. Nuestras alegrías son las suyas. Para una mamá no importa el dolor o el cansancio, la angustia o las preocupaciones que pueda tener. Siempre está amorosa y dispuesta a escucharnos y a ayudarnos. Una mamá llora nuestros tropiezos, nos consuela y seca nuestras lágrimas. Enaltece nuestras virtudes y pule nuestro carácter. Muestra con su ejemplo la receta de la vida: Ganas, esfuerzo y que no hay pretextos, para siempre hacer las cosas lo mejor posible. Las mamás realizamos una labor única y especial cada día. Hacemos nuestro mejor esfuerzo por brindarle lo mejor a nuestros hijos. No escatimamos, hacemos todo y más por ellos. Gracias mamás por ser amor, luz, guía, alegría e inspiración! Gracias por su ternura, dulzura y comprensión! Gracias por sus desvelos y cuidados! Gracias por ser guerreras y por su enorme fortaleza, por ser un gran ejemplo de verdadero amor, lucha y perseverancia!
“No todos los superhéroes llevan capa. La mía tiene el súper poder de un abrazo que desintegra el miedo, un beso que borra la tristeza y una sonrisa que desintegra la amargura” (@DanielHabif)
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