#MaternidadMillenial ️👩🏼‍💻👶🏻🤳

Lilicitus
4 min readNov 14, 2019

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Convertirse en mamá en nuestros tiempos, es todo reto. De hecho, desde siempre lo ha sido, indistintamente de la época. Hoy tenemos la posibilidad de decidir si queremos o no ser mamás, una opción que décadas atrás no era tan socialmente permitida y aceptada. Ya no se define la realización de nosotras como mujeres por la maternidad, ahora tenemos la posibilidad de elegir o preponderar nuestro desarrollo profesional u otro camino que no sea el de tener hijos. Algunas considerando aspectos como estabilidad de pareja y su capacidad financiera, y aspectos macro como la contaminación, el calentamiento global, la crisis económica mundial y el panorama en general, -que a veces no es tan alentador-, deciden no convertirse en madres. Es una decisión súper respetable, cada una la toma desde su libertad y desde su autonomía, porque ser mamás es una decisión que nos cambia para toda la vida. No hay porque generar juicios, cada mujer tiene el derecho de decidir, la maternidad no es para todas y no hay porque imponerla. La maternidad es una elección, no una imposición. Y el embarazo al final, es solo un camino para quienes desean la maternidad, no es la única opción.

Actualmente muchas mujeres deciden postergar la maternidad. Nuestras mamás tenían 18, 20 o 25 años cuando se convirtieron en madres, y ahora la edad promedio es otra, la mayoría si considera convertirse en mamá busca serlo después de los 35–40 años, después de haber estudiado, trabajado y haber hecho una base económica; además de haber viajado, disfrutado y tenido otras experiencias, que tal vez nuestras mamás por su juventud y algunas por haber sido dependientes económicos de sus padres y ahora de sus esposos, no tuvieron la posibilidad de tener. Ya no hay una maratón con el tema de la edad -más allá que los médicos hacen bastante hincapié con la edad reproductiva de las mujeres-, al final cada una decide en qué momento se siente lista para convertirse en mamá. Así también algunas otras mujeres prefieren no tener hijos, y otras tantas que sí, buscan nuevas y mejores maneras de educar a sus bebés… Realmente el abanico de posibilidades es muy amplio, y hay opciones para todas.

En ésta generación de mujeres millennials, buscamos la combinación de madurez, juventud y solvencia, para animarnos al paso de convertirnos en mamás. Una de nuestras grandes ventajas ahora -o de acuerdo a como cada una lo vea-, es que estamos rodeadas de mucha más tecnología que la que le tocó a nuestras mamás cuando nacimos, y ni qué decir de la que le tocó a nuestras abuelas, ni punto de comparación. Ahora estamos sumergidas en un mundo de apps, redes sociales, de inteligencia artificial (IA), de Internet de las cosas (IoT, por sus siglas en inglés), etc. Y esto, representa sin duda una ventaja, facilita algunas cosas, especialmente de comunicación. Tenemos acceso a mucha más información de la que históricamente tuvieron nuestras mamás y tenemos a la mano innumerables recursos. Es increíble el caudal de información impresa y especialmente en formato digital, que existe acerca de temas como embarazo, maternidad, lactancia, nutrición y educación de los bebés.

Hoy los temas de nosotras las mamás millenials son alimentación sana, que nuestros hijos aprendan idiomas, que tengan estimulación y socialización temprana, que creen y fortalezcan su autoestima y seguridad, entre otros muchos objetivos. Y particularmente, respecto del punto de la educación, las mamás de ahora, nos preocupamos especialmente porque nuestros hijos tengan un amor propio fortalecido, sean acompañados y contenidos, en una época determinante para el resto de sus vidas. Cuando nosotras éramos bebés o estábamos en la panza de nuestras mamás, muy pocos o contados padres pensaban en ponernos música, en hablarnos. Y en hacer yoga durante el embarazo o alguna otra actividad física mucho menos, no era tan común. Mamás millenials o no, la fuerza creadora que nos regala la maternidad es algo maravilloso e increíble. Ser mamá es el mejor regalo, pero también el mayor desafío. Una mamá aprende a disfrutar cada reto y lucha a diario por conciliar sus distintas facetas, sin desfallecer. Los retos son muchos y cada una da lo mejor de sí, ya sea que quiera convertirse en mamá o no.

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Bendiciones para todas!

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Written by Lilicitus

Me apasiona escribir sobre valores humanos y espiritualidad. A través de reflexiones y anécdotas, busco inspirar, aportar perspectivas y conectar con el corazón

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