¿No somos suficientes? 🤔

Lilicitus
3 min readJul 31, 2022

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¿Por qué a veces nos invade esa sensación de que no somos suficientes? Puede ser por presión social, por autoexigencia desmedida, por un nivel de competencia malsana con los demás. Muchas pueden ser las razones que nos han llevado a experimentar ese agobio y esa intranquilidad por no “estar cumpliendo”. Esa mochila invisible que cargamos constantemente y que nos hace sentir angustiados. Tal vez lo que estemos buscando sea aprobación y sentiros avalados por los demás. O quizás simplemente atención, para sentirnos reconocidos en nuestros muchos esfuerzos que a veces parecieran pasar inadvertidos y ser “insuficientes”.

Sentimos que no somos lo suficientemente buenos. Si bien todos hacemos lo mejor que podemos con lo que tenemos, vivimos con una ansiedad crónica y latente por dar más. Tenemos un cúmulo de expectativas personales y ajenas que nos exceden física y emocionalmente. Nos sentimos en falta por no hacer más, es como si nuestra realización dependiera de “hacer más” para ser realmente plenos y felices. Nos ahogamos en el océano profundo del cumplimiento de eso que se nos espera de nosotros y se nos va la vida y la salud en esa carrera sinsentido.

Poner límites y freno a nuestros pensamientos. Somos nuestros más grandes jueces e inquisidores. Nos damos látigo por no ser en todo momento los más inteligentes, simpáticos y acertados en nuestras decisiones. Somos poco compasivos con nosotros mismos, impacientes e intransigentes. Si aprendemos a “domar” nuestras emociones, a establecer límites sanos, a no mortificarnos por la opinión de los demás, vamos a reconocer como suficiente nuestro esfuerzo y a aplaudir nuestros progresos. Somos los únicos que conocemos el trabajo, sacrificio y esfuerzo que cada paso nos ha implicado, sintámonos felices, orgullosos y especialmente suficientes por lo que hemos logrado. Ya no es la carrera de tener la razón y ganar la aprobación, ni la de cumplir las expectativas y complacer a los demás. Ya no es agradar para no desentonar, ni callar para no incomodar. Es ser simplemente nosotros, con nuestras fortalezas y debilidades, y así reconocernos valiosos y suficientes.

Que el mundo no nos coma. “En un mundo enfermo por las ansias de alcanzar, conseguir, demostrar, poseer, gobernar, acumular y controlar…” (Santigo Molano), nos sentimos que si no somos profesionales exitosos y reconocidos, padres ejemplares, hermanos entrañables, amigos incondicionales, no somos realmente buenos ni suficientes. Y ni qué decir de las exigencias físicas de belleza, de estatus económico, de moda, viajes e idiomas. Al final de todo ese frenesí de cosas por cumplir quedamos agotados. Y la gran pregunta es: ¿Vale la pena? La vida al final es un juego y el que mejor sabe jugarlo es aquel que no centra su felicidad en el tener, sino en el lograr ser en verdadera libertad.

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Written by Lilicitus

Me apasiona escribir sobre valores humanos y espiritualidad. A través de reflexiones y anécdotas, busco inspirar, aportar perspectivas y conectar con el corazón

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