Mi hermana me comentó de este título de un documental en Netflix y me inspiró a escribir sobre el tema. A veces por diferentes motivos, uno de ellos la vergüenza, postergamos hacer cosas o no las hacemos con todo nuestro potencial. Por falta de confianza en nosotros mismos, dejamos de expresarnos como nos gustaría. Algunas veces porque le damos un peso excesivo a lo que piensen los demás de nosotros, otras veces porque ya nos acostumbramos a pasar desapercibidos o simplemente porque no nos interesa. La vergüenza nos cohibe de ser, y va haciendo mella en nuestro estilo de vida. Va minando esa capacidad de brillar que todos naturalmente tenemos. Y nos roba la posibilidad de tener protagonismo con nuestras habilidades. Puede que seamos discretos, pero eso no quita que podamos manifestar lo que queremos y sentimos sin vergüenza. Siempre y cuando no le hagamos daño a nadie “lanzarnos al agua” debe ser una consigna de vida, para realmente disfrutar del estar vivos.
No posterguemos hacer lo que nos gustaría. La vida se pasa en un suspiro. Qué la pena no sea la excusa para hacer lo que nos brota por las venas. Vivimos atajando nuestras deseos e intenciones y decidiendo dejar para después. Dejamos desde dar una opinión en público o ponernos un vestido que nos encanta, hasta no desarrollarnos en el proyecto de vida que nos gustaría, por falta de determinación. Qué reto más hermoso el de irnos a dormir cada noche, con la satisfacción de haber superado el miedo a la vergüenza, o por lo menos de estar intentándolo. No seamos permisivos con dejar para después, porque en el mientras tanto alimentamos el ancla de la inseguridad y no vivimos con intensidad. Aprovechemos el tiempo, viviendo con verdaderas ganas y atreviéndonos a ser nosotros mismos.
No más excusas. El mayor gigante es nuestra propia mente. No podemos dejar de vivir a plenitud por miedo a equivocarnos. Esperar las “condiciones ideales” para hacer las cosas, es prácticamente no hacerlas. Achicopalarnos sin ni siquiera intentarlo, muestra que somos temerosos e inseguros. Cada uno tiene el control y toma la decisión de vivir “a full” o a media máquina. No tengamos miedo a desplegar nuestro potencial y no permitamos que quienes están llenos de miedo, nos llenen de prejuicios. Que seamos los protagonistas de nuestra historia sin excusas. El tiempo va pasando y es nuestro más precioso tesoro, honremos nuestra vida viviéndola sin excusas!
Muchas gracias por leer este post! Si te gustó o sientes que te sirvió para reflexionar, déjame un clap👏🏼 Y te invito a que me sigas por aquí o por Instagram en @lilicitus_blog, para que te enteres de las próximas publicaciones. Hasta la próxima!
Bendiciones para todos! 🙏🏻