Reinventarse 🍓

Lilicitus
4 min readApr 7, 2021

--

Reinventarse requiere arriesgarse. A fines del 2010, decidí viajar a Argentina. Dejé lo “fijo” que tenía en ese momento en Colombia, para embarcarme en una nueva aventura. Dejé mi trabajo “estable”, una especialización en curso, amistades, actividades habituales. Sabía de antemano que no iba a ser fácil, pero tampoco me codifiqué con que fuera a ser difícil. Estando en Buenos Aires aprendí muchas cosas. Mi mentalidad respecto del trabajo y la cultura laboral cambió, vi que otro estilo de vida era posible. Compartí y aprendí de otros extranjeros, de su mentalidad abierta y su hambre de aprender y experimentar. Si bien tuve que adaptarme a otras costumbres, ritmos y códigos, en ese proceso de desarraigo gané mucho más de lo que perdí. Gané más confianza, le di más valor a mis conocimientos y aprendí a obtener ventaja de ser diferente en mi condición de extranjera. Por supuesto que hubo momentos de duda y de nostalgia, pero sabía que reinventarse requiere arriesgarse.

Puede que lo que nos haya funcionado en el pasado, no nos funcione hoy. Ya con más años, vemos como todas las cosas van cambiando y como nuestras estrategias frente a los problemas deben ser también diferentes. Nuestra realidad nos exige hacer frente a las problemáticas con osadía y creatividad, pero también siendo conscientes que lo que nos jugamos hoy es mucho más grande e implica mucho más de lo que implicaba hace unos años. Nuestra salud, nuestras ganas e incluso nuestra paciencia, ya no son las mismas. Nuestra energía vital no es la misma de hace 20 años y lo digo siendo una persona joven. Así que evidentemente no podemos pretender hacer frente a las dificultades y crisis de la misma manera de siempre. Ya muchos somos padres, responsables de negocios, líderes de nuestra comunidad, entre otros tantos ejemplos y eso implica muchísima más responsabilidad que antes. Nuestras decisiones, impactan a muchas más personas, no solo a nosotros. Debemos tener mucho más afinada la estrategia, porque lo que hagamos impacta de forma directa a las personas bajo nuestra responsabilidad. Siempre tengamos presente que las condiciones pueden cambiar y que lo funcionó perfecto ayer, puede que no lo haga hoy.

Tropezar con la misma piedra, puede llevarnos a reinventarnos. Cuando nos enfrentamos con frecuencia a la misma situación, nos surge la pregunta: ¿Por qué otra vez? ¡No puede ser! Y es que es una materia evidentemente pendiente, una lección que no terminamos de aprender y por eso se sigue repitiendo en nuestra vida. La opción que nos queda es examinarnos y evaluar qué necesitamos cambiar en nosotros. Nos corresponde el turno de reinventarnos, si queremos cambiar esa tendencia de encontrarnos con la misma piedra. Son precisamente esas piedras tan molestas e incómodas, las que nos muestran como espejos lo que debemos trabajar. Nos invitan al cambio, y especialmente a no postergarlo más, a cerrar el ciclo de repetición de una vez por todas, a enfrentar lo que tenemos que enfrentar. Si hay una creencia limitante, un comportamiento impulsivo, un mismo tipo de persona que nos encontramos, hagamos un alto en el camino. Seguir actuando igual nos está llevando por el mismo camino de siempre, tenemos que cambiar, decidir reinventarnos.

Mantener el entusiasmo y no bajar la guardia. Nos han enseñado a ser guerreros, a mantenernos animados y a no darnos por vencidos. Y es que el hecho que decidamos no continuar algo, no es una derrota. “Hay que ser personas persistentes, decididas y disciplinadas, pero se requiere ser inteligente y entender que es posible echarse para atrás, reinventarse, rehacer la vida”. (Tomado de “El man está vivo”, Alberto Linero, devocional Enero 2021). La famosa frase “para atrás ni para coger impulso”, siento que a veces tiende a condicionarnos. Esta frase de cajón a veces nos limita, se convierte en una trampa para quedarnos en proyectos que ya no nos sirven, que nos hacen daño, que no nos dejan crecer, solo por miedo a cambiar. Reinventarse es una decisión de valentía. Por supuesto, que es mucho más fácil quedarnos en lo conocido, aunque nos haga daño, que decidir dar un giro con las consecuencias que ello implique. Sin embargo, si realmente queremos algo diferente, debemos jugarnos e intentarlo. Cambiar el rumbo, no significa que estamos botando la toalla, significa que somos inteligentes para saber cuándo algo o alguien ya no es para nosotros.

Muchas gracias por leer este post! Si te gustó o sientes que te sirvió para reflexionar, déjame un clap👏🏼 Y te invito a que me sigas por aquí o por Instagram en @lilicitus_blog, para que te enteres de las próximas publicaciones. Hasta la próxima!

Bendiciones para ti!

--

--

Lilicitus
Lilicitus

Written by Lilicitus

Me apasiona escribir sobre valores humanos y espiritualidad. A través de reflexiones y anécdotas, busco inspirar, aportar perspectivas y conectar con el corazón

No responses yet