Cambiar es lindo pero incómodo. Desde un cambio de look hasta cambiarnos de ciudad o país de residencia. Hay todo un abanico de cambios pequeños y grandes que hacemos todos los días. Unos por voluntad propia y otros impuestos por las circunstancias. Unos por necesidad y otros por gusto. Y es que a veces no tenemos otra opción que cambiar. Y ese cambio trae consigo duda, miedo e incertidumbre. Y como naturalmente preferimos lo conocido, lo que nos genera seguridad, un cambio nos genera una revolución de emociones que a veces no sabemos cómo gestionar. Puede que nos sintamos vulnerables, con miedo a que no salgan las cosas como esperamos, alerta, a la defensiva; pero también puede que la convicción que nos llevó al cambio nos motive a confiar y fluir sin resistencia. Cada uno experimenta sensaciones distintas, todas válidas y naturales en un proceso de cambio.
Cada final es un comienzo. Cada vez que decidimos empezar algo nuevo: Un trabajo, una relación, nos damos la posibilidad de escribir un nuevo capítulo. Cada final implica añoranza y duelo; pero también una enorme gratitud por lo que fue. Nada de lo que nos pasa es en vano, todo nos deja un aprendizaje y nos ayuda a crecer y a conocernos. Puede que nos sintamos con las manos vacías al empezar, pero si hay confianza en lo que estamos emprendiendo seguramente se llenarán de nuevo. No nos aferremos al pasado, porque en el mientras tanto nos perdemos de vivir lo que la vida nos brinda hoy. Empezar siempre implica esfuerzo y mucha determinación, nos lleva a desplegar todo nuestro arsenal interior. Nos lleva a conocernos en otro nivel, a exigirnos más, a evolucionar. Al recordar experiencias pasadas puede que sintamos nostalgia y al pensar en experiencias nuevas sintamos expectativa y adrenalina, el gran reto es atesorar lo lindo que ya pasó y abrir los brazos para lo que viene.
Un cambio es un salto al vacío, un salto a lo desconocido. Un cambio nos genera emoción, expectativa e ilusión. Sea un cambio grande o pequeño, todos apostamos por estar mejor. Queremos crecer, evolucionar, proyectarnos. Queremos soltar y atrevernos a ir en la dirección que pensamos nos hará felices. Recordemos que somos co-creadores de nuestra realidad. Seamos responsables y conscientes de la oportunidad histórica que estamos teniendo en este 2020 para cambiar. Toda esta transición a la que nos está llevando la pandemia, es un regalo extraordinario, una oportunidad única. Veamos oportunidades en vez de crisis. Que este tiempo no sea una tortura china, sino una oportunidad que nos catapulte a los cambios que queremos y necesitamos hacer en nuestra vida. Puede que tengamos miedo al fracaso, que pensemos que no somos lo suficientemente buenos o que no nos merecemos lanzarnos a un cambio, solo tengamos presente que los únicos arquitectos y responsables somos nosotros. Es hora de hacernos cargo, sin más excusas.
Un cambio requiere una gran dosis de valentía y perseverancia. Tomar la decisión de cambio es el primer paso. Y tener un plan, otro paso fundamental. Podemos tener la idea de cambiar -incluso las ganas de hacerlo-, pero si no emprendemos una acción, no va a pasar absolutamente nada. Podemos tener rabia, frustración y sensación de impotencia, pero solo depende de nosotros dar ese salto. El pasado no nos define, nos define lo que hagamos de hoy en adelante. A veces nos predisponemos por temor, imaginándonos que es súper difícil de llevar a cabo el cambio y magnificándolo. Es como las sombras que proyecta un objeto, que según el ángulo de la luz son más grandes que lo que el objeto es. La gran pregunta es: Si no es hoy, ¿cuándo vamos a hacer los cambios que queremos en nuestra vida? ¿Cuando no tengamos miedo? Siempre habrá miedo y nervios, el gran desafío es trascenderlos. Sigamos nuestro rumbo, nuestro instinto y demos nuestro salto al vacío.
Muchas gracias por leer este post! Si te gustó o sientes que te sirvió para reflexionar, déjame un clap👏🏼 Y te invito a que me sigas por aquí o por Instagram en @lilicitus_blog, para que te enteres de las próximas publicaciones. Hasta la próxima!
Bendiciones para ti! 🙏🏻